Es realmente justo después que naces que la vida destella frente a tus ojos.

Vives completos eónes en aquellos primeros meses cuando te sientes inseparable del mundo mismo, sin nada que hacer además de verlo pasar.

Al principio el tiempo solo se siente vicariamente, como si se tratase de algo que le sucede a otras personas.

Te acostumbras a vivir en el momento porque no hay otro lugar a donde ir. Pero pronto, la vida comienza a moverse y aprendes a hacerlo con ella; tomando por sentado que eres una persona distinta cada año. Mejorado con un cuerpo distinto… un futuro distinto.

Comienzas a correr tan rápido que el mundo a tu alrededor pareciera quedarse quieto, hasta que una vacación de verano puede durar una eternidad.

Sientes como el tiempo avanza, aprendiendo su ritmo, pero caes en cuenta que ocasionalmente se omite un compás, como si tu cumpleaños llegara un día mas temprano cada año.

Deberíamos considerar la idea de que la juventud no es desperdiciada en los jóvenes. Que sus dramas no son mayores de lo que deberían ser. Que sus emociones tienen un perfecto sentido una vez que te adaptas a la inflación. Para alguien pasando la adolescencia la vida se siente épica y trágica simplemente porque lo es: cada pliegue en tu día es capaz de cambiar el arco completo de tu historia.

Debido a que cada año vale un poco menos que el anterior, y con cada cumpleaños giramos de vuelta a través del mismo punto alrededor del Sol, nos deseamos unos a otros muchos felices retornos. Pero pronto comienzas a sentir el circulo haciéndose mas apretado y te das cuenta de que es un espiral, y ya vas a mitad de camino.

Mientras más de tu día se repite una y otra vez, comienzas a soltar peso muerto y sientes el continuo tirón hacia tu centro de gravedad, el lastre de memorias a las que te aferras, hasta que todo parece moverse por medio de su propia Inercia. Así que incluso cuando te detienes se siente como si estuvieras corriendo a algún lugar, así que incluso si mañana correrás un poco más rápido y estiras tus brazos un poco más lejos, aún sentirías los segundos escapándose mientras derivas alrededor de la curvatura.

La vida es corta.

La vida es larga.

Pero no en ese orden

El Diccionario de Pesares Oscuros es un compendio de palabras inventadas escritas por John Koenig. Con cada definición se aspira a llenar un agujero en el lenguaje, para dar un nombre a aquellos sentimientos que todos quizás habemos experimentado pero no tenemos una palabra para ellos.

Web: http://www.dictionaryofobscuresorrows.com

Twitter: @ObscureSorrows https://twitter.com/obscuresorrows