John Dee dedicó toda su vida a la búsqueda de la verdad. La buscó en los libros; en la filosofía. Más de una vez creyó encontrarla, pero entendió después que lo que había visto no era la verdad; era sólo un espejismo de la verdad.

Cierto día John Dee se enamoró. Acariciaba la intimidad del cuerpo de la mujer amada cuando con ella buscaba perpetuar la vida, y decía luego:

-Aquí están todos los libros. Aquí está toda la filosofía.

Así, enamorado, John Dee supo que finalmente había encontrado la verdad. Y que la única verdad es el amor.