El hombre al nacer es blando y débil, pero al morir se vuelve rígido y duro.
(…)

En verdad, la rigidez y la dureza son rasgos de la muerte,
la blandura y la flexibilidad son rasgos de la vida.

Por eso el arma que es demasiado dura se rompe
y el árbol de madera más dura es el primero en ser talado.

En verdad, lo duro y lo fuerte son derribados
mientras que lo blando y lo débil ascienden a lo alto.

Lao Tse