Cuando aprendáis a aceptar
en lugar de esperar,
tendréis menos decepciones.

Los animales aceptan,
los humanos esperan.

Nunca oiréis a un conejo decir:
«Espero que el sol salga esta mañana
para poder ir al lago a jugar».
Si el sol no sale,
no le estropeará el día al conejo.
Es feliz siendo un conejo.

 

El caballero de la armadura oxidada
Robert Fisher